Tecleo de forma mecánica (que bien me van los 2 cursillos de mecanografía que me obligó a hacer mi padre entre los 11 y los 13 años) como en otras muchas ocasiones: escribir algo para coger sueño. En el caso presente la madrugada anterior al anuncio oficial de la reunión de LA POLLA RECORDS Oficial: el nombre con el que reaparicieron en forma de perfil de facebook la tarde del 18 de Febrero.
No hay nadie que tenga más derecho a VENDERSE que estos señores. Parafraseando de forma muy sui generis el genial tema del 2º disco de Gatillazo, somos muchos los que LES QUEREMOS COMPRAR. La Polla se fueron de golpe, dando un portazo, sin artificios ni gira de despedida, suspendiendo los bolos venideros de entonces tras una bronca en el local de ensayo.
La cresta del “Flipas” se erije con más fuerza que nunca, LA POLLA vuelve a estar tiesa: han recuperado hasta el RECORDS. Evaristo, inédito en él, concedió entrevistas aquí y allá (de ello nos congratulamos) merced al anecdotario “Qué dura es la vida del artista”, contando en clave de pura vida la historia de la banda capital del punk en castellano.
En los 15 últimos años Evaristo Páramos Pérez HA MAMADO DE LA POLLA lo justo: 4 o 5 temas por concierto, pasando del revival. Pisando el presente y mirando al futuro con valentía, basando el repertorio de sus directos en el track list del disco en curso, y van ya 6 obras (no sé si maestras pero sí bien tochas) de GATILLAZO.
¿A qué viene ahora una reunión de La Polla? Evaristo, Sume, Abel… tienen derecho al asqueroso paripé de despedirse para luego irse. O no, a perpetrarse en una gira final eterna. A contradecirse a sí mismos, sacar 20 discos después de “El Último (el) de…” y convertirse en unos putos Rolling Stones… a hacerte llorar en directo con un set basado netamente en esos temas que conoces más de pe a pa que los de cualquiera; ese DOFASOL del “Txus” al que acudes cada vez que coges la guitarra. Ese LEGADO que por fin van a EXPLOTAR… y ojalá se lucren y se forren, bien merecidamente, con ello.
Marcos Rodríguez “Pae”.
