LUGARES DONDE DUERME EL ROCK AND ROLL 1
La asociación musical “Lokal Biker” de El Vendrell
Me fascina la capacidad de la gente que ama el Rock para acomodarse en escuchar siempre la misma música, y no hablo de “siempre rock” sino de, siempre las mismas bandas…las conocidas, las viejas glorias, los clásicos, lo cual es encomiable y, no me malinterpreteis, no debe dejar de hacerse, pero, existen otro montón de bandas, que necesitan ser escuchadas, y a las qué, aunque a veces no os lo parezca, necesitamos escuchar. Ese montón de bandas, también necesitan sitios donde tocar, no sirve solo con tener la música en redes, al menos no sirve en el caso del Rock. El Rock necesita el directo, la energía, los gritos, el rock necesita a la gente… Y el rock and roll, por suerte, es mucho más que lo que se oye normalmente, el Rock es más grande de lo que puedes escuchar en una vida entera, y la mayoría de nosotros, absorbidos por la realidad diaria, el curro, las cosas, sin querer, casi siempre nos enteramos solo de una parte.
Afortunadamente para todos y todas, aún quedan lugares mágicos, y personas que hacen funcionar esos lugares y lo apuestan todo por esa porción del Rock que normalmente se mantiene muda a los oídos sordos de los que prefieren escuchar lo de siempre, o de los que atrapa la vida diaria y su stress. Con lo bueno que resulta abrirse a escuchar otras voces, otras guitarras, otras melodías, otras canciones…
En la provincia de Tarragona existe uno de esos lugares mágicos, donde se respira Rock and roll…donde prácticamente cada sábado puedes escuchar música en directo, donde puedes encontrarte desde una banda nobel, hasta una algo conocida, o una que no conocías, pero siempre, siempre, Rock en directo. Rock en todas sus vertientes, desde Metal hasta Pop-Rock pasando por Punk, rock Urbano… miles de propuestas para todos los oídos.
El Lokal Biker en El Vendrell, en la calle Josep Maria de Segarra, por si te quieres pasar a conocerlo, es el local de una veterana asociación motera, ahora reconvertido con muy buen criterio en “asociación musical”. En ese lugar se respira, y siempre se ha respirado, Rock and Roll a la antigua usanza.
Nada más entrar, uno se sumerge en otro mundo, cómo si al pasar su doble puerta con sistema de cierre automático por doble disco de freno de motocicleta (vas a alucinar con eso cuando vayas) atravesases un error en el continuo espacio-tiempo, y aparecieses en algún lugar donde el tiempo pasa siempre a otro ritmo…concretamente a ritmo de rock. Donde puedes quedarte atrapado por horas y, no te va a importar ni lo más mínimo.
El Biker está decorado con miles de botellas de Jack Daniels finiquitadas, madera, trozos de motocicleta, bidones de gasolina, jarras, y…puedes comprar maquetas de algunos grupos. Dispone de un espectacular “Hall of Fame” donde puedes ver fotos de todas las bandas que han ido pasando por su escenario, y te aseguro que son muchas. Algunas se convirtieron en algo, otras desaparecieron, y otras se mantienen en la brecha inasequibles al desaliento aunque no consigan hacerse escuchar demasiado. Para todas esas bandas, “el Biker” siempre ha tenido los brazos abiertos. Y es que uno cuando va a tocar allí se siente en casa.
En “el Biker” hay pocas tonterías, puedes encontrarte a un Rocker, un heavy o un Punk de la vieja escuela, moteros o gente que va a pie o en bicicleta, todo dios es bien recibido allí. Respeta a los demás, y serás respetado, amigo. Ya lo expresa la calavera que es símbolo en el rockandroll: por dentro, “todos y todas semos iguales”.
Actualmente lo regentan Siscu y Andrea, una pareja Rockera sin igual. Tratan a las bandas de forma excelente, si lo necesitas abren antes para que montes tus cosas, siempre se muestran serviciales cuando necesitas algo para tocar a gusto. Los precios son populares, nada desorbitados, y menos aún si tienes en cuenta que estás en un sitio donde puedes oír rock en directo. Respecto a los conciertos, hay de todo, en ocasiones se paga algo de entrada, en ocasiones se paga taquilla inversa…todo depende de la banda, os digo una cosa que me afecta directamente y en la que quiero volver a insistir, … las bandas son tratadas con el máximo respeto y mimo en “el Biker”… ya sean más o menos conocidas, me consta que incluso en ocasiones, incluso a costa de palmar pasta la propia asociación.
“El Biker” huele a Rock, a abrazos entre colegas, a cerveza y a bourbon, y sabe a buen rollo entre la gente, a libertad y a fraternidad, cuando vayas allí a escuchar un bolo encontrarás a todo el mundo como dijo Miguel Rios, “hermanados y felices, compartiendo el sudor”. Allí sientes como la buena música te entra hasta las entrañas y te da un paseo por algún lugar lejano donde, de repente eres feliz, y te encuentras entre iguales, entre personas que aman el Rock y que no te juzgan…
He visitado algunas veces “El Biker”, he tomado una cerveza (o dos), he escuchado música, he charlado con la gente, e incluso he tocado allí alguna vez…y cada vez, cuando ya decido volverme, me da por pensar que cuando se acaba el bolo, se marcha todo el mundo, y la Andrea y el Siscu, que son unos guardianes del rock, apagan las luces y cierran las puertas, y entonces, el rock se queda allí dentro, descansando hasta el próximo sábado, sé, con toda seguridad, que “El Biker” de “El Vendrell” es uno de esos pocos lugares mágicos “donde duerme el Rock and Roll”.
EL HERMANO DEL JULIÁN
